sábado, febrero 02, 2013

Fahrenheit 451.

Ella no quería saber como se hacía, sino por qué.
Dale a la gente concursos que puedan ganar recordando la letra de las canciones más populares, o los nombres de las capitales de Estado, o cuánto maíz produjo tal o cual región el año pasado. Atibórralos de datos no combustibles, lánzales encima tantos hechos que se sientan abrumados, pero totalmente al día en cuanto a información. Entonces, tendrán la sensación de que se mueven sin moverse. Y serán felices, porque los hechos de esta naturaleza no cambian.
Así pues, adelante con los programas y las algarabías, los acróbatas y los prestidigitadores, vehículos, bicicletas, aviones, sexualidad y drogas, más de todo lo que está relacionado con los reflejos automáticos.
 
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